martes, 21 de septiembre de 2010

Isla Tasajera

I
Hasta el atardecer de nuestras vidas,
mar, isla y pescadores nos acompañaron.
Fuimos fogatas y  luceros.
Jugando a ser soles y lunas de otro tiempo.
Fuimos viento y palmeras.
Fundida barca y marea.
Con el calor de nuestros cuerpos
llenos de arena y espinas,
llenos de deseos y fuego.
La playa y el amanecer nos recibieron
Llegando desde el arrecife de nuestra juventud 
como una madre recibe a sus náufragos
y nos recibió isla en su nido de noche y sal.

II
Nos esperó en el próximo sueño, en el peregrinar de besos marinos.
En húmedo canto de gaviotas y fuego lejano que nos consumía.
En sollozo de complicidad  y recuerdo de las estrellas nos escondió.
En inventario de la juventud ardiente y en límite de cresa y olas.
En su recuerdo nos cubrió como amuletos victoriosos en la mar

                                                                       Edgar Iván Hernández
                                                                       Isla T,  14 de feb.2010